Si hay un drone que ayudó a que estos gadgets se pusiesen de moda fue el nanodron Cheerson CX-10. A pesar de su fama, la primera versión era bastante mejorable. Y recientemente ha llegado esa renovación que la empresa Cheerson sacó del más pequeño de su familia de drones: el Cheerson CX-10A.
El Cheerson CX-10A es un cuadricóptero que se suministra dentro de una caja muy pequeña que ya anuncia su principal característica, su reducido tamaño. A pesar de ello, presenta un acabado muy fino y es mucho más resistente que su antecesor, si no eres un piloto experimentado no temas por los primeros accidentes que puedas tener, los resistirá bien. Además, la caja trae varios recambios de hélices, la parte más frágil del nanodrone.
Una de sus mejores características es que trae 3 modos de utilización que permite adaptar su manejo a nuestro nivel de habilidad:
– Modo Junior con una reacción limitada al mando, ideal para acostumbrarse a su manejo.
– Modo Experto, con la máxima sensibilidad a los gestos del mando, para expertos en pilotaje.
– Modo Headless, un modo que permite que los gestos del mando realicen siempre el mismo sentido del movimiento, independientemente de tu posición relatica al nanodrone y lo que esté hay girado sobre si mismo.
Te sorprenderá en este nuevo modelo su estabilidad de vuelo y la ausencia de ruido, apenas como el zumbido de un mosquito. Es muy agradable de pilotar pero, ojo, si activas el modo experto el mando se volverá hipersensible a tus movimientos, lo que puede proporcionarte experiencias de vuelo altamente frustrantes o muy agradables.
Su batería de 100mAh ofrece un tiempo de vuelo de un poco más de 5 minutos. Quizá es un poco corta, pero esto no es realmente un problema, es una característica habitual en este tipo de nanodrones. Y más que comprensible si valoramos que su precios apenas supera los 10€.
